Fundación Abogados de Atocha | 29 marzo 2024.

La Fundación Abogados de Atocha muestra su indignación por la puesta en libertad de García Juliá

    La excarcelación del condenado por los asesinatos de Atocha ha tenido lugar hoy 19 de noviembre, al aplicarse unas redenciones de condena, que según nuestros abogados no tendría derecho, a pesar de quedarle más de 10 años de condena por cumplir.

    19/11/2020.

     
     19 de noviembre de 2020
     
    Se consumó la vergüenza de la decisión de una justicia errática, débil, incongruente.  García Julia uno de los asesinos del atentado en Atocha en 1977, salió de la cárcel hoy 19 de noviembre. A nuestro juicio ha sido un conjunto de decisiones judiciales que no pueden entenderse. Y menos lo entiende la ciudadanía. Un conjunto de decisiones que manifiesta los desajustes en la Administración de Justicia.
     
    A García Julia se le ha puesto en libertad tras haber cumplido cerca de 14 años en la cárcel, de los 193 a los que fue condenado, tras un proceso de extradición que parecía suponer algo y que coloca en evidencia a la Audiencia Nacional que dejó de actuar no sabemos bien por qué, incluso tras liquidar la condena y definirla en tres mil y pico días pendientes.

    Es consecuencia, este cúmulo de desajustes, del caos jurídico-político que se mantiene en la Administración judicial, que no consigue la necesaria e imprescindible remoción de los miembros del Consejo General del Poder Judicial  y los propios magistrados del TC, que cesaron hace tiempo.  Esto, como consecuencia de la ley del dominó -si tiras una ficha detrás van las demás- va  afectando a las demás piezas; la forma en que se ha producido la libertad procede de la siempre falta de equilibrio, de ajuste entre la realidad y las leyes penales. 

    En los primeros años de la transición se aplicaba una justicia moderada, un castigo moderado a los encarcelados, porque, como es conocido, el franquismo quería vaciar las cárceles; así, se invento la redención de penas por el trabajo, que tanta importancia ha tenido en este asunto; el propio García Juliá recurrió ante el TC para que le aplicasen los beneficios ordinarios y extraordinarios de esa redención, en 1986, y el TC falló en su contra. Y, años después, cuando el PP crea la prisión permanente revisable, las penas se endurecen. En ese desbarajuste la condena a García Juliá, que fue de 193 años en 1980, se quedó en supuestos 30 años, que, evidentemente, parece que no cumplirá.
     
    Entre todo esto, alguno se benefició y a los 15 años salieron en libertad, alguno fue puesto en libertad por un juez y dejó de ser juzgado, y el tercero García Juliá salió en 1991 en libertad provisional que quebró y los tres años de esa condena se sumaron a los 30 absurdamente. El mismo había cometido otros delitos y los siguió cometiendo en Latinoamérica. Todo este batiburrillo le ha llevado hoy a la libertad.
     

    Un poco de historia desde la extradición
     
    A instancias de la Fundación Abogados de Atocha y la coordinación de la abogada Cristina Almeida, la representación y defensa de las víctimas, conoció por los medios de comunicación que la Audiencia de Ciudad Real dio por definitiva la liquidación de condena de Carlos García Juliá, condenado inicialmente a 193 años por el asesinato de los Abogados de Atocha el 24 de enero de 1977.
     
    Dicha liquidación, realizada el 7 de mayo de 2020, le reconoce los 3.138 días de redenciones ordinarias y extraordinarias, a pesar de que García Juliá quebrantó la libertad condicional con su huida de Paraguay, lo que implicaría a tenor de lo dispuesto en el Código Penal y en las leyes penitenciarias y de enjuiciamiento, la pérdida de todo lo redimido. De esta forma deberían descontarse del tiempo efectivamente cumplido 1.207 días.
     
    Para Cristina Almeida, el tiempo de cumplimiento efectivo de la condena debería de ser de 4.499 días, a los que se ha de añadir el tiempo pasado en Brasil desde su detención el 5 de diciembre de 2018 hasta el 6 de febrero del 2020, que suman 429 días, por lo que el resultado total del cumplimiento efectivo seria 1.390 días en preventivo, 4.499 en penado y 429 en Brasil.
     
     
    Le quedaban más de diez años de cárcel
     
    A pesar de que le quedaban por cumplir más de diez años de condena, la Audiencia de Ciudad Real -que es el último tribunal que sentenció al autor de la matanza, pero por otro delito que no está relacionado con ese-, atendió en mayo pasado la petición de su abogado para una nueva liquidación de condena, que le reconoció redenciones durante el tiempo que estuvo prófugo en Sudamérica.
     
    Cuando ingresó en Soto del Real el 7 de febrero pasado, al terrorista le quedaban por cumplir 3.845 días de cárcel, concretamente hasta agosto de 2030. Entre otras cosas, el tribunal le ha aplicado 787 días de liquidación por redención extraordinaria y 429 días por la estancia en prisión en Brasil tras ser arrestado en diciembre de 2018.
     
    Todo un cúmulo de distorsiones jurídicas y políticas confluye en esta anómala situación que sufrimos y que denunciamos como Fundación Abogados de Atocha. Fundación que nació con el objetivo de trabajar por la memoria de los Abogados de Atocha. Recordarles siempre ha sido y será, a pesar de todo, llevar armonía a la humanidad.