Fundación Abogados de Atocha | 27 julio 2024.

Enrique Valdelvira Ibáñez

Era todo sentido común. No era en absoluto el típico abogado que recitaba leyes jurídicas, sino todo lo contrario: siempre tenía una solución imaginativa para todos los casos. Además de trabajar en otro despacho de la calle Magdalena, era profesor de historia en un instituto privado. Un gran orador y un gran maestro. Hay quien piensa que de haber tenido oportunidad de hablar aquella noche, hubiera podido cambiar el curso de los hechos. El 24 de enero tenía 34 años.