Fundación Abogados de Atocha | 6 noviembre 2024.

"Aguirre se retrata"

  • (*) por Alejandro Ruiz-Huerta Carbonell

Todavía colean las palabras que Esperanza Aguirre pronunció en la Sexta de televisión el pasado sábado 2 de Mayo (reproducido después por numerosos medios). Me han llamado poderosamente la atención porque en ellas criticaba a su rival política Manuela Carmena, que encabeza la opción política Ahora Madrid, citando dos datos a cada cual más falso e insospechado.

06/05/2015.
Manuela Carmena y Esperanza Aguirre

Manuela Carmena y Esperanza Aguirre

Yo pensaba que desde aquél patinazo increíble para una Ministra de Cultura, como entonces era ella, relativo a "Sara?Mago", en vez de José Saramago,  os acordáis? en lo que Esperanza Aguirre "no conocía a esa escritora" que había conseguido el Nobel, pensé que no iba a repetir errores y enfoques trasnochados, que en nada la benefician. Pues no: se repite. como ha hecho otras veces;  y se retrata desde esa especie de  vacio democrático.

La  Sra. Aguirre, siguiendo la tradición de mucha gente en el PP, a quienes falta sensibilidad democrática, decía que Manuela Carmena no era juez, por un lado; algo que es francamente impresentable y falso, en una persona que ha de preciarse de conocer el país y la Administración Pública. Manuela preparó y celebró sus oposiciones a la Judicatura sin que exista ni un solo pero que ponerle.

Es tal la ignorancia de la Sra. Aguirre, que ni siquiera sabe que cuando Manuela hizo la oposición no existía la figura del 4º turno. Además Manuela Carmena ha sido una de las jueces más eficaces que han trabajado incansablemente por la Justicia en este país. Eliminó las famosas astillas de los Tribunales, fue Juez Decana en la Plaza de Castilla, porque quisieron sus compañeros, perteneció al Consejo General del Poder Judicial y siempre se ha destacado por su enorme conocimiento de la Judicatura y, desde luego, por el mundo del derecho en el que siempre trabajó en primera línea.

A la Sra. Aguirre le faltaba hablar, enlazando una cosa con otra,  de que Carmena era abogada laboralista, y estaba, dijo, "en lo de Atocha con miembros del PCE entonces"?Es que hay algo que criticar a Manuela por trabajar en primera línea por la democracia y la libertad?.

Porque, como dice mi amigo Raúl Cordero en las redes sociales, "para la Sra. Aguirre el pasado de Manuela Carmena ligado a la abogacía antifranquista es un elemento de ninguneo político".  Siempre me sentí orgulloso de trabajar con Manuela en el despacho de Atocha, y no consiento que se mencione de esa manera, como afeándolo, ni siquiera veladamente. Aparte de no tener escrúpulos Aguirre en citar al mayor atentado de la predemocracia, donde fueron asesinados cinco compañeros nuestros, como elemento de  debate electoral.

Como dice el mismo Raúl Cordero "la Sra. Aguirre no necesita el espacio generoso de la democracia para defender los intereses de su clase o los suyos propios";  a nosotros nos costó la vida, muchas vidas luchar por esta democracia que hoy se ve delgadísima. Cómo se puede permitir la Sra. Aguirre hablar en ese tono y en esa ocasión de los comunistas, cuyo concurso en la lucha democrática fue clave para la transición?. Una transición por cierto en la que ahora resulta que son Rajoy y el PP, los que mantienen "el espíritu de la transición".

Resulta poco menos que bochornoso tener que oír estas cosas en boca de quienes se encontraron la democracia hecha y que, naturalmente, aun mantienen esa velada crítica prácticamente despectiva hacia los comunistas de este país, que son parte del Patrimonio democrático de España. Estos políticos tienen que criticar a sus rivales escamoteando la verdad, transformándola.

O silenciándola, como hizo Cospedal al anular el Premio Abogados de Atocha que otorgaba la Comunidad de Castilla La Mancha. Ni siquiera se dignó contestar una carta de la Fundación en la que, entre otras cosas, la felicitábamos por su éxito electoral. Mal servicio se hace a este país desde esa verdad a medias, esta crítica permanente  y sin fundamento alguno a todo lo que no les gusta.

La democracia es otra cosa. Y falta sobre todo inteligencia emocional para creer en ella. 

(*) por Alejandro Ruiz-Huerta Carbonell 
Profesor universitario es Presidente de la Fundación Abogados de Atocha y sobreviviente del atentado ocurrido en su despacho de la calle Atocha de Madrid en 1977.