Fundación Abogados de Atocha | 25 abril 2024.

El libro de referencia de la historiografía jurisdiccional de la dictadura

    Memoria a la facultad de acordarse de aquello que quisiéramos olvidar.

    30/12/2021. Por José María Mohedano (Abogado) Patrono de la Fundación y Socio de Dikei Mohedano Abogados
    El TOP. La represión por la libertad

    El TOP. La represión por la libertad

    Juan Jose del Águila, gran abogado y posteriormente magistrado durante más de 20 años, acaba de publicar un libro, El TOP, la represión de la libertad (1963-1977), 2ª edición ampliada, que es la obra dereferencia sobre las jurisdicciones especiales para la represión de la libertad durante elrégimen dictatorial 1939-1976.

    Como dice el propio autor,es el libro de quien puede “darfe directa y profesionalmente”de muchas de las actuacionesrelatadas (torturas y malos tratos a los detenidos, condenas yvida penitenciaria), pero el granmérito de su trabajo es que hallevado a cabo durante años la investigación concienzuda, no exenta de dificultades, de los archivos y documentos directoscomo las actas de los Consejosde Ministros, los debates en las Cortes franquistas, circulares y memorias de la Fiscalía, sumarios judiciales y actuaciones forenses, atestados de la policía política denominada brigada social, declaraciones de los detenidos, instrucciones sumariales y calificaciones acusatorias. Y de esa pasión investigadora no podía quedar excluido el estudio de los libros de sentencias con las 3.884 de las 3.890 dictadas por el TOP hasta la última de20 de diciembre de 1976.

    El origen de esta obra es la tesis doctoral dirigida porlos profesores Francisco Muñoz Conde y Antonio Miguel Bernal, catedráticos de Derecho Penal y de Historia del Pensamiento Económico y que Juan José del Águila defendió en noviembre de 1997 ante el Tribunal encargado de juzgarla presidido por el profesor Gregorio Peces-Barba, entonces Rector de la Universidad Carlos III de Madrid.

    El autor se dedicó muchos años a la defensa ante el TOP, que era un trabajo duro y poco gratificante, porque los resultados no dependían del esfuerzo de la defensa sino que la mayoría de las veces estaban predeterminadoso, más claramente, prejuzgados. Por eso el libro, además de otros méritos, es la mejor forma de valorar y de agradecer el trabajo y el sacrificio de casi 1.500 abogados (de los que sus nombres y el de los procuradores aparecenen una lista junto con el de los procesados) que dedicaron una parte de su vida profesional a la defensa de los presos políticos ante el TOP y anteriormente ante los Consejos de Guerra en la jurisdicción militar.

    La obra contiene un panorama muy completo sobre lo que supuso el TOP en la historia de la justicia durante el franquismo y de la lucha por la conquista del Estado de Derecho, una historia muy bien contada por del Águila,sin rencor, sin acritud y con una gran honestidad moral e intelectual, tal como afirma Gregorio Peces-Barba en el prólogo que escribió para la primera edición en 2001.

    José María Alonso Puig, Decano del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid, dice con mucho acierto en un texto institucional que se incluye al principio del libro que en la antesala inmediata de este pórtico entre el franquismo y la democracia quedan muchos datos, hechos y sentencias que analizar y que por eso obras como la de Juan José del Águila son apreciadas por su valor histórico, desapasionado y riguroso.

    En una excelentemente documentada labor historiográfica se estudia la jurisdicción especial de orden público que actuó en España desde el 2 de diciembre de1963 hasta el 4 de enero de 1977 como institución derepresión judicial de la plural oposición política a la dictadura franquista, de la contestación estudiantil, del movimiento obrero, de la disidencia intelectual y del cleroantifranquista que se habían tomado en serio la encíclica Pacem in Terris. No en vano se estrenó en Zamora una cárcel sólo para curas.

    Una gran novedad de esta segunda edición respecto a la primera es que el autor ha podido sacar a la luz otros tres Tribunales especiales de Instrucción: el primer Juzgado Especial de Orden Público, el Juzgado Especial Nacional de Propaganda Ilegal y el Juzgado Especial para Delitos en Centros de Enseñanzas, creados respectivamente en febrero de 1956, en mayo de 1957 y en marzo de 1968.

    Como muy agudamente deja sentado María Emilia Casas Baamonde, Presidenta Emérita del Tribunal Constitucional, en su sobresaliente prólogo al libro, el autor aún aporta mayor novedad que la actualización de datos, ya de por sí importante, para obtener un conocimiento más acabado de la imagen institucional opresiva de aquel régimen dictatorial: avanza en el retrato fidedigno de la organización de la justicia en la dictadura, convertida enun cuerpo burocrático que obligadamente emanaba y giraba alrededor del omnímodo poder ejecutivo.

    Esta obra da a conocer una parte de nuestra Historia Judicial que las siguientes generaciones desconocen en su mayoría y que todavía algunos se niegan a recordar.No me cabe la menor duda que el libro de Juan José del Águila es de lectura obligada para recuperar la historia de los mecanismos jurisdiccionales establecidos por la dictadura franquista para suprimir la libertad y para perseguirlas conductas que en el mundo occidental constituyen el ejercicio de los derechos fundamentales de la persona.

    El TOP nunca debió haber existido. La democracia acabó con todas esas jurisdicciones especiales y la Constitución convirtió a España en un Estado de Derecho. Con sus limitaciones, pero un Estado de Derecho. Está bien que Victoria Ortega, Presidenta del Consejo General de la Abogacía Española, insista en ello en el texto institucional que acompaña el libro y en el que se llama Memoria “a la facultad de acordarse de aquello que quisiéramos olvidar”.